Kallio Flea Market
In Helsinki, and I suppose in all Finland, there is a culture of reuse and recycling. The Finns are very concerned with the environment and nature, and you can see it. Therefore it is very common to find shops and flea markets of second hand, where you can buy everything with a great price.
What fascinates me is that they have a cleaning day: Siivouspäivä, in which anyone can sell anything, that is no longer useful, in the street. During the day the city becomes a giant flea market. The parks are full of people with a piece of their life exposed to others, because the objects we buy always talk about us, and it's awfully fun to imagine their lives in function of what they are selling. I have found some treasure insignificant for the seller, and I love think that objects have many lives as owners.
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En Helsinki, y supongo que en toda Finlandia, hay una gran cultura de la reutilización y el reciclaje. Los finlandeses están muy concienciados con el medio ambiente y la naturaleza, y se nota. Por eso es muy habitual encontrar tiendas y mercados de segunda mano, en los que puedes comprar de todo a muy buen precio.
Lo que más me fascina es que tienen un día de la limpieza: Siivouspäivä, en el que cualquiera puede salir con todo aquello que ya no le sirva y venderlo en la calle. Durante ese día la ciudad se convierte en un mercadillo gigante. Los parques se llenan de gente con un pedazo de su vida expuesta a los demás, porque los objetos que adquirimos siempre hablan de nosotros, y es terriblemente divertido imaginar sus vidas en función de lo que venden. Yo he encontrado cierto tesoro que al vendedor sólo le parecía un objeto insignificante, y me encanta pensar que los objetos tienen tantas vidas como dueños.
Lo que más me fascina es que tienen un día de la limpieza: Siivouspäivä, en el que cualquiera puede salir con todo aquello que ya no le sirva y venderlo en la calle. Durante ese día la ciudad se convierte en un mercadillo gigante. Los parques se llenan de gente con un pedazo de su vida expuesta a los demás, porque los objetos que adquirimos siempre hablan de nosotros, y es terriblemente divertido imaginar sus vidas en función de lo que venden. Yo he encontrado cierto tesoro que al vendedor sólo le parecía un objeto insignificante, y me encanta pensar que los objetos tienen tantas vidas como dueños.
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